¡Gracias, Señor por todo lo que nos diste este 2016!
Por tu Amor y Misericordia.
Por tu Luz.
Por tus abrazos y caricias.
Por tu perdón.
Por cada oración.
Por las correcciones recibidas.
Por tu infaltable compañía.
Por nuestras conversaciones.
Por mis debilidades que me enseñaron que nada soy sin Ti.
Por las alegrías y tristezas.
Porque en cada una pude reconocer tu misterio de salvación.
Gracias te doy por todo lo que no me diste Señor...
Sólo quiero lo que tú quieres para mí.
Dos cosas te pido para este 2017:
Que sea yo tu soldado fiel que combata por Ti y la Verdad,
con la caridad como baluarte y la humildad como escudo.
Y que mi corazón, mi mente y mi alma jamás dejen de amar.
¡Gracias, Señor!
Por tu Amor y Misericordia.
Por tu Luz.
Por tus abrazos y caricias.
Por tu perdón.
Por cada oración.
Por las correcciones recibidas.
Por tu infaltable compañía.
Por nuestras conversaciones.
Por mis debilidades que me enseñaron que nada soy sin Ti.
Por las alegrías y tristezas.
Porque en cada una pude reconocer tu misterio de salvación.
Gracias te doy por todo lo que no me diste Señor...
Sólo quiero lo que tú quieres para mí.
Dos cosas te pido para este 2017:
Que sea yo tu soldado fiel que combata por Ti y la Verdad,
con la caridad como baluarte y la humildad como escudo.
Y que mi corazón, mi mente y mi alma jamás dejen de amar.
¡Gracias, Señor!
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?» Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos,y declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos.
El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos.Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe.
El que hiciera caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar.
¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo!
Si tu mano o tu pie te está haciendo caer, córtatelo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies.
Y si tu ojo te está haciendo caer, arráncalo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar tuerto en la vida que ser arrojado con los dos ojos al fuego del infierno.
Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo.
(Mateo 18, 1-10)