martes, 23 de septiembre de 2014

LA OVEJA PERDIDA

Fuente: http://es.catholic.net

Del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-10

Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Él para oírle, 

y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: 
«Este acoge a los pecadores y come con ellos». 
Entonces les dijo esta parábola. 
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, 
no deja las 99 en el campo, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? 
Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; 
y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: 
"Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.
" Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador 
que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión. 
«O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara 
 y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, 
convoca a las amigas y vecinas, y dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma 
que había perdido.
" Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador 
que se convierta». 

viernes, 19 de septiembre de 2014

MAGNIFICAT




Proclama mi alma la grandeza del Señor, 
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, 
porque ha mirado la humillación de su esclava. 

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones 
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. 
Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. 
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. 
A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. 

Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza 
según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán 
y su descendencia por siempre. 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 
como era en principio ahora y siempre 
por los siglos de los siglos.
Amén.


SALMO 50







CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO






Renovaos en la mente y en el espíritu y vestíos de la nueva condición humana. (cf. Ef. 4, 23-24)




Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.

¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. 





viernes, 5 de septiembre de 2014

Bendito sea Dios...

Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
                                                             Amén


miércoles, 3 de septiembre de 2014

Bendito sea Dios, bendito sea su Santo Nombre...

Jesucristo...
Cuánto soportas, mi Señor!!...
Cuántas ofensas y desprecios!
Burlas e indiferencias...

Perdona a tu pueblo Señor!
Perdona nuestra ingratitud...

No basta con pensar en las atrocidades del mundo.
En las blasfemias y crímenes.
En la monstruosidad de las guerras...
Pues la mentira, el egoísmo, la soberbia...
El orgullo y el siempre pensar solo en nosotros,
Te lastima Señor,... te duele y te hace sufrir!

No quiero formar parte de los que te alejan.
Quiero que conversemos,...
Que te acerques!
Que me mires y sonrías...
Que voltées y me encuentres!
Y que lo que descubras sea un alma fiel.

Dios mío, pureza absoluta, santidad perfecta...
Enséñame a permanecer cerca.
A regresar si me alejo.
A confiar sin pausa.
Y si fallo, ayúdame a recordar que Tú, el Maestro,...
el Camino, la Verdad y la Vida,
esperas siempre por mí.