Humildad, humildad y siempre humildad, porque por nosotros mismos no podemos hacer nada.
Todo esto es solamente la gracia de Dios.
(Consejo del padre Andrasz a María Faustina, p. 49)
Has conmigo lo que te agrade, me someto a tu voluntad.
Desde hoy tu santa voluntad es mi alimento.
Seré fiel a tus demandas, con la ayuda de Tu gracia.
Has conmigo lo que te agrade.
Te suplico, Señor, quédate conmigo en cada momento de mi vida.
(Diario p. 93)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas dejar un comentario puedes hacerlo aquí.