miércoles, 31 de julio de 2013

La puerta angosta y el verdadero camino a Cristo

Fuente: http://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/evangelio-segun-san-mateo/7

1. No juzguen a los demás y no serán juzgados ustedes.
2. Porque de la misma manera que ustedes juzguen, así serán juzgados, 
    y la misma medida que ustedes usen para los demás, será usada para ustedes.
3. ¿Qué pasa? Ves la pelusa en el ojo de tu hermano, 
    ¿y no te das cuenta del tronco que hay en el tuyo?
4. ¿Y dices a tu hermano: Déjame sacarte esa pelusa del ojo, 
    teniendo tú un tronco en el tuyo?
5. Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor 
    para sacar la pelusa del ojo de tu hermano.
6. No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, 
    pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos.
7. Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta.
8. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama.
9. ¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan?
10. ¿O le daría una culebra cuando le pide un pescado?
11. Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, 
     ¡con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará cosas buenas 
     a los que se las    pidan!
12. Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley 
      y los Profetas.
13. Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que 
     conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él.
14. Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! 
      y qué pocos son los que lo encuentran.
15. Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, 
      pero por dentro son lobos feroces.
16. Ustedes los reconocerán por sus frutos. ¿Cosecharían ustedes uvas de los espinos 
      o higos de los cardos?
17. Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo  
      produce frutos malos.
18. Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede 
      producir frutos buenos.
19. Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego.
20. Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras.
21. No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; 
      más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.
22. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor! Hemos hablado en tu nombre, 
      y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros.
23. Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí, ustedes que 
      hacen el mal!
24. Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen 
      al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca.
25. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra 
      aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca.
26. Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a 
      un tonto que construyó su casa sobre arena.
27. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra 
      esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.»
28. Cuando Jesús terminó este discurso, la gente estaba admirada de cómo enseñaba,
29. porque lo hacía con autoridad y no como sus maestros de la Ley.


martes, 16 de julio de 2013

Súplica para tiempos difíciles

Fuente: http://www.ewtn.com/spanish/prayers/sp_virgendelcarmen.htm




                                       Tengo mil dificultades: ayúdame.



                                       De los enemigos del alma: sálvame.

                                       En los desaciertos: ilumíname.


                                       En mis dudas y penas: confórtame.



                                       En mis soledades: acompáñame.

                                       En mis enfermedades: fortaléceme.

                                       Cuando me desprecien: anímame.

                                       En las tentaciones: defiéndeme.

                                       En las horas difíciles: consuélame.

                                       Con tu corazón Maternal: ámame.

                                       Con tu inmenso poder: protégeme.

                                       Y en tus brazos al expirar: recíbeme.

Amén.

Rezar tres veces el Ave María.


Oración de San Simon Stock

Fuente: http://www.ewtn.com/devotionals/carmel/sp_oraci%C3%B3nsst.htm


La Flor 
del  Carmelo


¡ Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura !
Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.

¡ Oh Bienavernturada Siempre Virgen, asistídme en esta necesidad !
¡ Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme ! 

¡ Oh María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a vos !

¡ Madre y Ornamento del Carmelo,
rogad por nosotros !

¡Virgen, Flor del Carmelo,
rogad por nosotros!

¡ Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros !

¡ San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros !

¡ San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros !

¡ San José, nuestro Gran Protector,
rogad por nosotros !

¡ Dulce Corazón de María
sed nuestra Salvación ! 

Amén.


Promesas de Nuestra Señora del Carmen

Fuente: http://www.ewtn.com/devotionals/carmel/sp_promesas.htm

16 de julio de 1251

"El que muere vestido de este Escapulario no sufrirá las penas del fuego eterno".

El Escapulario tiene un significado muy profundo para quien lo lleva puesto. Es un riquísimo "Obsequio del Cielo" que nos ha traído la misma Santa Virgen María; y a cada uno le dice así: 

"Perseverad llevando puesto devotamente el Santo Escapulario, porque es mi Hábito.
El hecho de andar vestido de este Hábito mío, significa que estáis continuamente pensando en mí; y que yo, en turno, siempre estoy pensando en vosotros; y ayudándoos en asegurar la vida eterna ". 

Consagración a la Virgen del Carmen

Fuente:http://www.ewtn.com/devotionals/carmel/sp_consagraci%C3%B3n.htm

Virgen del Carmen, oh Madre mía, me consagro a Tí,
    y confío en tus manos- mi existencia entera.
   Acepta mi pasado con todo lo que ha sido.
   Acepta mi presente con todo lo que es.
   Acepta mi futuro con todo lo que será.
   Con esta total consagración
   te confío cuanto tengo y cuanto soy,
   todo lo que he recibido de tu Hijo Sacratísimo
   y de tu Esposo Santísimo.
 
Te confío mi inteligencia, - mi voluntad y mi corazón.
   Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y
   mis temores,-mis esperanzas y mis deseos,
   mis tristezas y mis alegrías.
  Cuida de mi vida y todas mis acciones para que
   sea más fiel al Señor Trino y Uno,
   y con tu ayuda alcance la salvación.

Te confío, Oh gran Señora,
   mi cuerpo y mis sentidos,
   para que sean puros siempre
   y me ayuden en el ejercicio de las virutdes. 

Te confío mi alma, para Tú la preserves de
   las tentaciones del mundo,-
   de la carne, - y de Satanás.
   Hazme participar  de una santidad- similar a la tuya;
   vuélveme conforme a Jesucristo,- ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo- y el ardor de mi devoción
    para que me ayudes- a no envejecer en la Fe.

Te confío mi capacidad  y ganas de amar
   como has amado Tú,- y como Jesús quiere que se ame .

Te confío mis incertidumbres y mis angustias,
   para que en tu Corazón- encuentre seguridad,
   - sostén y luz- en cada instante de mi vida. 

Con esta consagración
   me empeño en seguir tu vida
   de humildad,- mansedumbre,- y pureza.
   Acepto las renuncias y los sacrificios
   que esta elección conlleva y te prometo
   con la gracia de Dios y con tu ayuda
   ser fiel al empeño tomado.

Oh, Madre de todos los hombres,
   Soberana de mi vida y de mi conducta,
   dispón de mí- y de todo lo que pertenece
   para que camine siempre en el Evangelio
   bajo tu guía, oh Estrella del Mar.

Oh Reina del Cielo y de la Tierra,
   Madre Santísima del Redentor,
   soy todo (a) tuyo (a), - oh Virgen del Carmen,
   y a Ti quiero  unirme ahora y siempre
   para adorar a Jesucristo, - juntoa los Angeles
   y a los Santos, ahora y por los siglos de los siglos. 

Amén. 


Historia de la Devoción a la Virgen del Carmen

Fuente: http://www.ewtn.com/devotionals/carmel/sp_consagraci%C3%B3n.htm

Según tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos piadosos varones, que habían seguido la traza de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe crisitana ; siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios. 
Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII , con los Cruzados, aprobando su regla Innocencio IV en 1245, bajo el generalato de San Simón Stock.
El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a ese su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo. Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Llevando éstos el escapulario, que es la reducción del que llevan los Carmelitas, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Sma. Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las condiciones impuestas para su uso. 

En este día pidamos acrecentamiento de devoción a María Santísima que tan espléndida es con sus devotos; pues promete a los que llevaren puesto su santo escapulario la eterna salvación y el alivio y abreviación de las penas del Purgatorio.
Vayamos a María, quien nos llama con su voz dulcísima de Madre.





miércoles, 10 de julio de 2013

Tú, Señor...

Señor, el amor con el que me dices: "Te perdono,...siempre eres bienvenida en mi corazón..." - es para mí la prueba indudable de que estás aquí... en mi corazón,... junto a mi piel,... en lo más profundo de la esencia del aire,... el cual respiro y me da la vida,... vida eterna,... pero felicidad también terrenal.

Eres la fuerza imposible de ocultar,... la energía que nos empequeñece y nos susurra que somos inmensos merecedores de tu Misericordia,... por quienes lo entregaste todo,... lo sufriste todo,... lo permitiste todo...

Señor, voy tras de ti como la oveja que anduvo perdida por largo tiempo y al fin encuentra a su pastor...
Como los pajarillos que siguen a sus padres al aprender a volar,... y que aún habiendo aprendido a volar, buscan siempre un árbol donde poder descansar.

Eres mi motivo, mi vida, mi motor,... mi gran Salvador Señor!!




Cuando te sientas solo



Fuente: www.es.catholic.net

Para orar. Jesús siempre será en nuestra vida el mejor de los amigos.

Padre, en tus manos pongo mi espíritu
Lucas 23, 46

PALABRA DE DIOS

Jesús siempre será en nuestra vida el mejor de los amigos
·  Jesús “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”.
Juan 13,1
·  “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos”
Juan 15, 13

Jesús da consuelo al triste
·  Jesús comprende nuestra soledad. El mismo la ha vivido, pues cuando más triste se encontraba, fue abandonado por todos sus discípulos; y sin embargo, nos ha dejado un remedio poderoso:
“Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil”.
Mateo 26,41

Dios, refugio y fortaleza de los que esperan en Él
·  “Porque así dice el Señor: seréis alimentados, en brazos seréis llevados, sobre las rodillas seréis acariciados.
Como aquel a quien su madre consuela, así yo os consolaré”. Isaías 66, 12-13
·  “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido.
Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tus muros están ante mí perpetuamente.”
Isaías 49, 15-16
·  “«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.”
Juan 14, 1-3
·  “Al que venga a mi no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.”
Juan 6, 37-39

Jesús cuida de nosotros
·  “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.”
Juan 10, 11-15

Jesús nos quiere con Él
·  Jesús dijo: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.”
Juan 14, 23

Jesús oró al Padre por nosotros
·  “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo este estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.” Juan 17, 24
·  “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.”
Juan 17, 22-23
·  “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»”
Juan 17, 26

Como cristianos, ¡Pertenecemos a una comunidad!
·  “Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo?» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo» dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído, ¿dónde quedaría el olfato?”
1ª. Corintios 12, 14-17
·  “Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran con él”.”
1ª. Corintios 12, 26
·  “Todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.
Gálatas 3, 27-28

Jesús con nosotros
·  Jesús se acerco a sus discípulos antes de subir al cielo y les dijo: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”
Mateo 28,20
·  “Quién come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”. Juan 6, 56

ORACION

Estáte, Señor conmigo


Estáte, Señor conmigo
siempre, sin jamás partirte, 

y cuando decidas irte, llévame contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.
Llévame en tu compañía
donde tu vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tu vida no me das
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.
Por eso, más que a la muerte
temo, Señor, tu partida,
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das,
sé que alcanzarla no puedo,
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mi te vas.
Himno de la Liturgia de las Horas

REFLEXION

“Nadie se sienta sin familia en este mundo: la Iglesia es casa y familia de todos, especialmente para cuantos están ‘fatigados y agobiados’.”
Catecismo de la Iglesia Católica, 1658.

“Hacerse discípulo de Jesús es aceptar la invitación a pertenecer a la familia de Dios, a vivir en conformidad con su manera de vivir: ”El que cumpla la voluntad de mi Padre Celestial, éste es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mateo 10, 37).”
Catecismo de la Iglesia Católica, 2233.

TESTIMONIO DE LOS SANTOS
·  La solicitud fraterna de los santos ayuda mucho a nuestra debilidad, pues por el hecho de estar más íntimamente unidos con Cristo no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra.
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 956.
·  “No lloréis os seré más útil después de mi muerte y os ayudaré más eficazmente que durante mi vida”.
Santo Domingo de Guzmán
·  “Pasaré mi cielo haciendo el bien sobre la tierra”.
Santa Teresita del niño Jesús 


¿Cómo es el Corazón de Jesús?



Fuente: www.es.catholic.net

Es todo bondad, compasión, cariño, comprensión...Un amor que no se queda en romanticismos y en palabras vacías, sino que se convierte en servicio.

Todos estamos convencidos de que Jesucristo es el hombre más perfecto que ha existido y existirá jamás, y que es, por lo tanto, el tipo y ejemplar de toda humanidad. Y Jesucristo, que nos dio como primer mandato y como distintivo el amor en todas sus dimensiones, es también el modelo acabado de cómo hay que amar.

Hoy los antropólogos, los médicos y los sicólogos se han querido adentrar en el alma de Jesús, para estudiarla a fondo, para descubrir todos los matices de su exquisita sensibilidad. Sobre todo, para captar las modalidades más íntimas de su amor.

El resultado que nos dan esos estudios es que Jesús fue un amante extraordinario. Un amador como no se ha dado otro. Y de una manera tan cabal, que es la suma de la perfección del amor.

No es extraño entonces que Jesús sea también el hombre más amado, porque sus incondicionales han sabido pagarle con la misma moneda que Él usó...

Todos nos hacemos estas preguntas:
-¿Cómo amó Jesús? ¿Cómo era el amor de su corazón? ¿Qué características tenía? ¿Hacia quién iba siempre dirigido? ¿Cómo se comprometía con aquellos a quienes amaba?
Cuando hallamos la respuesta adecuada, nos sentimos arrastrados al amor de Aquél que así supo amarnos a nosotros. El Evangelio es el libro siempre abierto que nos descubre en cada una de sus líneas el alma tan amante de Jesús.

El amor de Jesús fue, ante todo, muy afectivo. Era todo bondad, compasión, cariño, benignidad, comprensión. No lo podía disimular. Se le escapaba el corazón ante los niños, ante la mujer en aquel entonces tan relegada en la sociedad, ante la pareja de los novios de Caná, ante sus discípulos, cuya compañía busca en medio de la angustia de Getsemaní. La manera como abre la Ultima Cena es conmovedora:
- ¡Con cuánta ilusión he deseado comer esta pascua con vosotros!
Y antes de salir para el Huerto les pide a los Doce, y en ellos a nosotros, como un mendigo suplicante:
- ¡Permaneced en mi amor!
Al mismo Judas le llama dolido, pero con toda sinceridad: ¡Amigo!...
Este amor tan apasionado de su corazón se vuelve divinamente celoso de la salvación nuestra. Se declara nuestro Pastor, un Pastor que conoce a cada una de sus ovejas y de las que dice que nadie se las arrebatará de la mano...

Un amor que no se queda en romanticismos y en palabras vacías, sino que se convierte en servicio, expresado en el gesto insólito de arrodillarse a los pies de los discípulos para lavárselos con sus pro-pias ma-nos...
El amor de Jesús tenía, igual que en nosotros y mucho más que en nosotros, una doble vertiente, a saber, a Dios su Padre y a nosotros los hombres.

A los hombres nos ama como a verdaderos hermanos suyos, a todos, sin excluir a ninguno; si alguna preferencia tiene es precisamente con los más alejados, con los pecadores y con los pobres.
Es el suyo un amor generoso, complaciente, dulce y suave, magnánimo y tolerante.
Pero es también un amor que no le deja parar cuando se trata de nuestro bien, y toda su ternura y delicadeza se convierten en audacia, valentía y decisión que no le detienen ante ningún peligro.

Si miramos el amor de Jesús a Dios su Padre, vemos como al fin Dios ha conseguido el objetivo de toda la creación: verse amado como Dios se merece, porque este hombre, su Hijo, es capaz de darle con su hu-mildad y su obediencia todo el honor y toda la gloria que el primer hombre le arrebató con su orgullo y su rebeldía.
Se pasa horas y noches enteras en oración con Dios su Padre.
Se somete a su voluntad hasta aceptar el tormento de la cruz.
Se siente lleno de celo por su gloria y dice no tener más alimento que hacer la voluntad de su Padre Dios.
Este es el amante Jesús del Evangelio. El amor le llevará a la cruz, pero también se atraerá hacia Sí todos los corazones, tal como lo había anunciado:
- Cuando yo sea levantado sobre la tierra, todo lo atraeré a mí.

Así lo entendió aquella artista de París. Avanzada la noche, después de la ruidosa función de teatro, se retira en el hotel a la habitación designada. Colgando de la pared, un Crucifijo de marfil sobre una cruz negra. La artista lo contempla extasiada. Pasan las horas..., amanece, y la pobre muchacha todavía lo está contemplando. Hasta que toma la resolución:
- ¡Fuera la vida que he llevado hasta ahora! En adelante, entregada del todo a Jesús.
Hubo de marchar. Pero en el ébano del Crucifijo habían quedado talladas estas palabras:
- Así ama el amor.
Si se entiende el amor de Jesucristo, se sabe cómo juzgar de los amores que nos brinda la vida. Un amor que Dios bendice no mata el amor de Cristo. Amor que Dios rechaza, es amor que desplaza al de Cristo en el corazón.

El amor de Cristo es un amor muchas veces no correspondido. Pero es también un amor correspondido como ningún otro amor lo ha conseguido nunca...

Todos estamos convencidos de que Jesucristo es el hombre más perfecto que ha existido y existirá jamás, y que es, por lo tanto, el tipo y ejemplar de toda humanidad. Y Jesucristo, que nos dio como primer mandato y como distintivo el amor en todas sus dimensiones, es también el modelo acabado de cómo hay que amar.