La belleza de tu ser,...
la grandeza de tu humildad,
invaden mi espíritu de ansias de
eternidad junto a ti...
El poder de tu presencia lo empequeñece todo,...
rebalsando mi alma de amor.
La fragancia de una rosa te anuncia, ...María,...
prepara el camino por el que transitarás...
Sí, Madre,...
te ayudaré a pedir por la humanidad,...
a presentar nuestras oraciones al Padre.
¡Rezaré tu Rosario cada día!
porque cada día se debe reparar los errores del mundo...
¡Ayúdame a rezarlo con perseverancia!
¡Ahuyenta la pereza y el temor a tomar "tanto tiempo"!
¡Porque rezarlo es amarte!
¡Decirte cuánto te quiero y amo a Jesús!
¡Cuánto le debo a mi amado Señor!
...¡Gracias Madre!
...Aquí,...
donde quiera que esté,...
...te espero.
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jueves, 31 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Buenos días Señor!
Buenos días Señor!!
Gracias por esta mañana que nos ofreces.
Por los nuevos propósitos de enmienda.
Porque podemos seguir preparándonos para la eternidad...
Te ruego Señor que todos los seres humanos puedan sentir la bendición de un nuevo amanecer.
Y aún en medio de sus complicaciones y enredos, puedan descubrir por unos instantes, tu gracia santificadora.
Aquella que, recibiéndola humildemente, bastará para alcanzar la salvación.
Gracias por esta mañana que nos ofreces.
Por los nuevos propósitos de enmienda.
Porque podemos seguir preparándonos para la eternidad...
Te ruego Señor que todos los seres humanos puedan sentir la bendición de un nuevo amanecer.
Y aún en medio de sus complicaciones y enredos, puedan descubrir por unos instantes, tu gracia santificadora.
Aquella que, recibiéndola humildemente, bastará para alcanzar la salvación.
viernes, 25 de octubre de 2013
Angel Custodio
Fuente: www.catholic.net
Quince minutos con el Ángel Custodio
Querido Ángel Custodio mío, te pido que
en mi última enfermedad me asistas especialmente
para que pueda tener tu consuelo oportuno en medio de la angustia y el miedo a morir.
para que pueda tener tu consuelo oportuno en medio de la angustia y el miedo a morir.
Sé que la muerte es sólo un paso hacia
la eternidad, pero ante ella a veces siento temor,
especialmente al juicio de Dios, y el demonio quiere aumentar este miedo, y creo que tratará
de aumentarlo mucho más cuando se acerque la hora postrera.
Por eso te ruego, querido Ángel Custodio mío, que me asistas en los últimos momentos de mi vida,
y si estoy enfermo que me des el alivio como otro Rafael, para que me duerma tranquilo y en paz
en este mundo, y despierte en el Cielo, junto a mis seres queridos y a la Virgen santísima.
especialmente al juicio de Dios, y el demonio quiere aumentar este miedo, y creo que tratará
de aumentarlo mucho más cuando se acerque la hora postrera.
Por eso te ruego, querido Ángel Custodio mío, que me asistas en los últimos momentos de mi vida,
y si estoy enfermo que me des el alivio como otro Rafael, para que me duerma tranquilo y en paz
en este mundo, y despierte en el Cielo, junto a mis seres queridos y a la Virgen santísima.
Si el Señor te ha puesto a mi lado, ha
sido especialmente para que me prepares a bien morir,
pues de la muerte depende la eternidad, y si me hubieras cuidado toda la vida, pero me descuidaras
en el momento capital de mi vida que es la muerte, entonces no cumplirías bien tu función.
pues de la muerte depende la eternidad, y si me hubieras cuidado toda la vida, pero me descuidaras
en el momento capital de mi vida que es la muerte, entonces no cumplirías bien tu función.
Por eso te imploro, querido Ángel de mi
Guarda, que me ampares en ese último combate de la vida,
y me consueles y confortes en mi última enfermedad, que no sé cómo será, si tendrá lugar y cómo
se desenvolverá. Pero ya desde ahora me quedo en paz, encomendándotela para que ya desde
ahora mismo me vayas preparando a tener paciencia con ella y así pasar en paz de este mundo
al Paraíso.
y me consueles y confortes en mi última enfermedad, que no sé cómo será, si tendrá lugar y cómo
se desenvolverá. Pero ya desde ahora me quedo en paz, encomendándotela para que ya desde
ahora mismo me vayas preparando a tener paciencia con ella y así pasar en paz de este mundo
al Paraíso.
Alabanzas a la Santísima Madre
Fuente: www.es.catholic.net
Alabanzas a la Stma. Virgen María
Letanías Lauretanas
Señor. ten piedad de nosotros
Cristo. ten piedad de nosotros
Señor. ten piedad de nosotros
Cristo óyenos
Cristo. escúchanos
Dios, Padre Celestial Ten
piedad de nosotros
Dios Hijo. Redentor del Mundo -R.
Dios, Espíritu Santo
-R.
Santa Trinidad un solo Dios -R.
Santa María. Ruega
por nosotros
Santa Madre de Dios -R.
Santa Virgen de las Vírgenes -R.
Madre de Cristo -R.
Madre de la Iglesia
-R.
Madre de la Divina Gracia
-R.
Madre Purísima. -R.
Madre Castísima. -R.
Madre y Virgen -R.
Madre sin mancha. -R.
Madre Inmaculada -R.
Madre amable -R.
Madre admirable -R.
Madre del buen consejo
-R.
Madre del Creador -R.
Madre del Salvador
-R.
Virgen prudentísima
-R.
Virgen venerada -R.
Virgen laudable -R.
Virgen poderosa -R.
Virgen clemente -R.
Virgen fiel -R.
Espejo de justicia
-R.
Sede de sabiduría
-R.
Causa de nuestra alegría
-R.
Vaso espiritual -R.
Vaso honorable -R.
Vaso insigne de devoción
-R.
Rosa Mística -R.
Torre de David -R.
Torre de Marfil -R.
Casa de oro -R.
Arca de la Alianza
-R.
Puerta del Cielo -R.
Estrella de la mañana
-R.
Salud de los enfermos
-R.
Refugio de los pecadores
-R.
Consuelo de los Afligidos
-R.
Auxilio de los cristianos
-R.
Reina de los Ángeles
-R.
Reina de los Patriarcas
-R.
Reina de los Profetas
-R.
Reina de los Apóstoles
-R.
Reina de los Mártires
-R.
Reina de los Confesores
-R.
Reina de las Vírgenes
-R.
Reina de todos los santos
-R.
Reina concebida sin pecado original -R.
Reina llevada al cielo,
-R.
Reina del Sacratísimo Rosario -R.
Reina de la paz. -R.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos
Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos
Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
jueves, 24 de octubre de 2013
Fe
Fuente: www.es.catholic.net
Cuando
necesitas fortalecer tu fe
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Para
orar. No debemos dudar en la tormenta
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lunes, 21 de octubre de 2013
Evangelio del domingo
Lc
18, 1-8.
Perseverancia en la oración.
Jesús enseñó
con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad
había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma
ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas
justicia contra mi adversario’. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero
después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta
viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a
fastidiarme’”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios,
¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga
esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero
cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.
Reflexión:
Ya lo ha dicho San Alfonso María de Ligorio: “El que reza se salva y el
que no reza se condena”. Así de simple es con la oración, quien persevera en
ella, antes o después alcanzará la vida eterna, pero quien la abandona, poco a
poco se irá enfriando, tendrá cada vez más amor por el dinero y las cosas
materiales, hasta que su alma muera por el pecado, y terminará precipitándose en
el abismo del Infierno.
No dejemos jamás la oración, sino recemos cada día aunque más no sea las
tres avemarías, que son prenda de salvación eterna. Porque si no rezamos,
nuestra vida espiritual no crece ni se desarrolla, y poco a poco nos vamos
atrofiando en el alma y seremos fáciles presas para el enemigo, el demonio que,
como león rugiente, anda alrededor nuestro buscando a quién devorar.
El Señor aquí deja una pregunta en suspenso: “Cuando venga el Hijo del
hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?” Es una pregunta difícil y un poco
triste, porque da a entender que cuando el Señor vuelva, en pocos estará esa fe
firme que busca Jesús en nosotros. Y no estamos lejos de esos tiempos, pues la
apostasía se ha extendido por toda la tierra e incluso hay obispos y sacerdotes
que no creen ya. Pero deberá quedar un pequeño resto que, consagrado al
Inmaculado Corazón de María, conservará la fe y hará volver al Señor por la
insistencia y perseverancia de su oración.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de orar más, especialmente con el
Santo Rosario, arma tan formidable dada por el Cielo para satisfacer toda
necesidad y resolver todo problema de cualquier tipo.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.
viernes, 11 de octubre de 2013
¡No dejes de ir a misa!
Una
Misa oída mientras vivas te aprovechará mucho más que muchas que ofrezcan por
ti después de la muerte.
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