Fuente: www.catholic.net
Quince minutos con el Ángel Custodio
Querido Ángel Custodio mío, te pido que
en mi última enfermedad me asistas especialmente
para que pueda tener tu consuelo oportuno en medio de la angustia y el miedo a morir.
para que pueda tener tu consuelo oportuno en medio de la angustia y el miedo a morir.
Sé que la muerte es sólo un paso hacia
la eternidad, pero ante ella a veces siento temor,
especialmente al juicio de Dios, y el demonio quiere aumentar este miedo, y creo que tratará
de aumentarlo mucho más cuando se acerque la hora postrera.
Por eso te ruego, querido Ángel Custodio mío, que me asistas en los últimos momentos de mi vida,
y si estoy enfermo que me des el alivio como otro Rafael, para que me duerma tranquilo y en paz
en este mundo, y despierte en el Cielo, junto a mis seres queridos y a la Virgen santísima.
especialmente al juicio de Dios, y el demonio quiere aumentar este miedo, y creo que tratará
de aumentarlo mucho más cuando se acerque la hora postrera.
Por eso te ruego, querido Ángel Custodio mío, que me asistas en los últimos momentos de mi vida,
y si estoy enfermo que me des el alivio como otro Rafael, para que me duerma tranquilo y en paz
en este mundo, y despierte en el Cielo, junto a mis seres queridos y a la Virgen santísima.
Si el Señor te ha puesto a mi lado, ha
sido especialmente para que me prepares a bien morir,
pues de la muerte depende la eternidad, y si me hubieras cuidado toda la vida, pero me descuidaras
en el momento capital de mi vida que es la muerte, entonces no cumplirías bien tu función.
pues de la muerte depende la eternidad, y si me hubieras cuidado toda la vida, pero me descuidaras
en el momento capital de mi vida que es la muerte, entonces no cumplirías bien tu función.
Por eso te imploro, querido Ángel de mi
Guarda, que me ampares en ese último combate de la vida,
y me consueles y confortes en mi última enfermedad, que no sé cómo será, si tendrá lugar y cómo
se desenvolverá. Pero ya desde ahora me quedo en paz, encomendándotela para que ya desde
ahora mismo me vayas preparando a tener paciencia con ella y así pasar en paz de este mundo
al Paraíso.
y me consueles y confortes en mi última enfermedad, que no sé cómo será, si tendrá lugar y cómo
se desenvolverá. Pero ya desde ahora me quedo en paz, encomendándotela para que ya desde
ahora mismo me vayas preparando a tener paciencia con ella y así pasar en paz de este mundo
al Paraíso.
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