viernes, 29 de abril de 2016

Cuando la Cruz nos salvó

Jesús, Tú sonríes, yo te siento...
Tú te alejas, yo tiemblo.

Al acercarte, me fortalezco...
si me hablas, quiero atender.

El corazón me dice: "Éstá aquí"...
Y mi alma goza y teme.

Teme haberte ofendido tanto...
goza porque eres la Misericordia.

Tus manos sangrantes,
me liberaron sostenidas del Madero...
tus pies atravezados me abrieron el camino al Paraíso.

Agua que brotó de tu Corazón sacrificado,
Justificación pura para las almas...

Jesús, Hijo del Altísimo!
Cuánto nos has amado!!!...


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