viernes, 8 de julio de 2022

La lucha espiritual se gana con Jesús

A través de mi vida he podido constatar que la lucha que tenemos en esta tierra es, ante todo, espiritual. Fuerte e implacable. No se rinde. No termina. Pero quien quiera combatirla con determinación y confianza debe recurrir a la fe. Se puede. Es mas, es un arma poderosa que no se agota si se busca y encuentra la fuente de su poder: Dios.

Si. Nos sentiremos muchas veces en el suelo. Y nos levantaremos de Su mano. Porque quien busca, encuentra. A quien toca, se le abre. Quien pide, recibe.

Es la historia de mi vida y lo será hasta el último día. Como la de muchos... como la de tantos.

Estoy aquí porque Jesús, nuestro Redentor y amigo fiel, me ha sostenido siempre. Me ha levantado y me ha sonreído cuando solo he sabido mirarlo con el alma... sin saber qué decir... clamando por su misericordia y ayuda.

Me ha perdonado tanto. Y lo sigue haciendo. Cuenta conmigo y se que sin Él no sería posible nada. Su amor es tan grande que siempre acompaña. Espera. Y acude a quien lo busca. Responde. Actúa.

Aún si la fe no fuera grande. Aún si fuera inexistente. Llámalo. Cuéntale tu angustia. Tu clamor. Pídele ayuda y espera. Él se hará presente en tu vida de una manera poderosa y suave. Y te envolverá en su amor infinito. Tú lo reconocerás y sonreirás de alegría y gratitud. Luego de que tu alma lo alabe y sienta que todo es posible a su lado. 

Sus milagros son inconmensurables. 




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