Gracias Señor por un día más de vida...
Porque me permitiste saludar a mis hijos por la mañana.
Porque pude preparar su desayuno y su lonchera.
Porque llegué con bien al trabajo...
Gracias Señor por el pan que pude llevar a mi boca.
Por el aire en mi rostro.
Por mis manos que escriben...
Gracias por tu luz en mis segundos decisivos.
Por la calma que transmites.
Por tu voz clara y amorosa...
Por tu permanente presencia y
tu Paz infinita, Gracias Señor!
Acompáñame a donde me dirija...
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