Del santo Evangelio según san
Mateo 18,12-14
¿Qué os parece? Si tiene un hombre cien ovejas, y se le extravía una de
ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve e irá a buscar la
extraviada? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegrará por ella
más que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Así, pues, no
es voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda ni uno
solo de esos pequeñuelos.
Oración introductoria
¡Cómo no admirarme de tu paciencia para con el hombre, si Tú te dignas
vivir entre pecadores que no te conocen y no te hacen caso! Tú perdonas lo
que el hombre no sabe perdonar. Tú olvidas las ingratitudes. Enséñame a ser
una persona misericordiosa como Tú lo has sido conmigo. Soy una persona
ciega y dominada por el egoísmo.
Gracias, Señor, porque Tú me has cuidado cada vez que me pierdo, ya sea
consciente o inconscientemente. Gracias por cargarme en tus hombros, pues
soy una persona muy débil. Muchas gracias.
Petición
Dulce Jesús, que has salido a buscarme para que no me perdiera. Dame la
gracia de ser un hijo tuyo que pueda seguir tu ejemplo de paciencia y
misericordia para con los que me rodean.
Meditación del Papa
Quien va con el Señor, incluso en los valles oscuros del sufrimiento, de la
incertidumbre y de todos los problemas humanos, se siente seguro. Tú estás
conmigo: ésta es nuestra certeza, la certeza que nos sostiene. La oscuridad
de la noche da miedo, con sus sombras cambiantes, la dificultad para
distinguir los peligros, su silencio lleno de ruidos indescifrables. Si el
rebaño se mueve después de la caída del sol, cuando la visibilidad se hace
incierta, es normal que las ovejas se inquieten, existe el riesgo de
tropezar, de alejarse o de perderse, y existe también el temor de que
posibles agresores se escondan en la oscuridad (Benedicto XVI, 5 de
octubre de 2011)
Reflexión
Las palabras del Santo Padre, nos dan una seguridad de la gran misericordia
y paciencia de Dios para con el hombre: "Tú estás conmigo: ésta es
nuestra certeza, la certeza que nos sostiene". Es una certeza saber
que Nuestro Señor Jesucristo siempre va a nuestro encuentro, y que se
alegra de tenernos a su lado.
Sin embargo, Él permite que nos perdamos en ocasiones para que comprendamos
que nos cuida en cada momento, que está a nuestro lado. Pero hay que
recordar que tenemos un deber muy grande al llevar a Cristo a los demás, y
que, con nuestra certeza de que Él nunca nos dejará solos, haremos que las
personas también se den cuenta de ello, y confíen más en Jesucristo.
Propósito
Haré un sacrificio por aquellos que se han extraviado, para que Nuestro
Señor les ayude y puedan regresar al redil.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, después de meditar contigo sobre la misericordia que tienes
con aquellos que se han perdido por no hacer caso a lo que Tú quieres, te
doy gracias por regalarme la certeza de que nunca me dejarás en los
momentos en los yo me pierda, sabiendo que me esperas y que siempre sales a
mi encuentro.
Dios me ama tanto que nunca me dejará solo, ¿Cuál es mi respuesta?
“Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad para con los
demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos”.
(San Hilario, en Catena Aurea vol. I, p. 248)
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas dejar un comentario puedes hacerlo aquí.