lunes, 29 de abril de 2013

Fe

Ayer Jesús, el Eterno Misericordioso, Dios verdadero, me hizo un milagro...
Aunque se trate de un simple asunto de monedas, así fue.

Me encontraba yo, hasta el domingo a las 10pm, en la incertidumbre absoluta de cómo solventaría los largos quince días entre este fin de mes y la primera quincena de Mayo, mis gastos y los de los chicos.
Cómo así? Pues que este fin de mes debo cumplir con dos mensualidades del Instituto de mi hijo mayor, porque no sabía que se requería por adelantado...(gran descuido).Y como podrán imaginar, no es algo que uno pueda sacar del repostero...

A pesar de esto, continué mi vida con normalidad.
No voy a negar que cuando lo recordaba, pensaba para mí: " Qué voy a  hacer... Dios... bueno,..."...
Lo terminaba sacando de mi mente... y no me costaba nada.

El acercarme a Jesús,... creer en su Presencia Real en la Eucaristía,... en su Poder y Gloria presentes y eternos,... en su Misericordia,... en su Omnipresencia... ha fortalecido generosamente mi espíritu...
brindado paz a mi alma... adquirí la certeza de no encontrarme sola,... de que si las aves son proveídas por Él para subsistir... qué menos podía estar reservado para mí?...

Fue entonces que, alrededor de las 10.40pm, recibí una llamada.
Sorprendida y un tanto asustada, me dirijí a la cocina.
Y es ahí que alguien a quien quiero mucho, me comunica haber recibido un dinero devuelto, prestado hace mucho mucho tiempo, del cual quería compartir conmigo la mitad, por si me encontraba en necesidad...

Fue como irreal por unos... 3 segundos...
Y entonces elevé mis manos entrecruzadas a la altura de mi frente y repetí:
"Gracias Señor,... Gracias,... Señor...", mientras mi alma tuvo un momento de exaltación en su Amor...

Apenas terminada mi gratitud principal, tuvo lugar el agradecimiento a este ser maravilloso que siente un gozo extremo al compartir. Y su alegría fue inmensa cuando supo que llegó enviado del Cielo...

Dios me hablo... me dijo: "Aquí está lo que necesitas..."
No oí su voz, pero sentí su Poder... la respuesta a mi fe... ese "Dios proveerá"... su constante y fiel compañía y su irrenunciable vigilancia...

Tengo como afrontar estos próximos quince días...
Pero, sobre todo,... tengo un Dios maravilloso...
Un Ser Supremo que se hace pequeño al ayudarme y se hace Grande al manifestarse...

El próximo capítulo puedes escribirlo Tú...

Recuerda:

"Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como un grano de mostaza - les respondió el Señor - podrían decirle a este árbol: 'Desarráigate y plántate en el mar', y les obedecería" (Lucas 17:5-6 ).


                                            "Yo hago nuevas todas las cosas"


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